- Que todas las administraciones competentes en materia de atención a las mujeres víctimas de la violencia sexista, a sus hijas e hijos, se coordinen para que éstas mujeres ejerzan su plena ciudadanía.
- Que los medios de comunicación eviten el sensacionalismo, la morbosidad y el dramatismo en las informaciones. El asesinato de una mujer no es un caso más. Las informaciones sobre los malos tratos no deben aparecer en las páginas de sucesos sino en primera página, como un problema público.
- Que la publicidad deseche el uso sexista del lenguaje, se deje de presentar a las mujeres como objeto de deseo y desempeñando roles de limpieza, ciudados y alimentación familiar. Es fundamental que se nos muestre en espacios profesionales prestigiados socialmente.
- Que se aumenten los programas dirigidos a las mujeres víctimas de violencia de género como parte del círculo de atención tras su salida de la casa de acogida, como una de las medidas más importantes para lograr la autonomía de las víctimas y su recuperación.
- Que se comtemple con especial consideración los supuestos de doble discriminación y las singulares dificultades en que se encuentran las mujeres que presentan especial vulnerabilidad, como es el caso de las mujeres inmigrantes y las mujeres con discapacidad.
- Que se fomente la educación en igualdad en los centros de enseñanza como una de las bases sobre las que se puede prevenir la violencia hacia las mujeres.
¡¡ QUE LA PASIVIDAD NO NOS HAGA CÓMPLICES!!
(Extracto del Manifiesto leído por la Plataforma 25 de noviembre - Granada en la Concentración que tuvo lugar el 25 de noviembre de 2008 en Puerta Real)
